El hematoma epidural intracraneal es una hemorragia venosa o arterial que se situa entre el cráneo y la duramadre,
complicación que puede ocurrir después de traumatismos craneoencefálicos (TCE) aparentemente banales. Su identificación y
evacuación quirúrgica precoz es muy importante ya que puede dar lugar de forma
brusca, tras un intervalo lúcido variable, a una compresión cerebral y
herniación.
La localización más frecuente es
a nivel temporal 60% con epicentro sobre pterion. La localización frontal ,
parietal, occipital y fosa posterior se produce en 5-10% de los casos cada uno
de ellos.
Etiopatogenia
La hemorragia entre la tabla
interna del cráneo y la duramadre
se origina con mayor frecuencia por un desgarro de la arteria meníngea media o
una de sus ramas (85% ), esto es por causa, en su mayoría, a una fractura del hueso temporal,
aceleración angular de la cabeza, disminución o
aumento súbito de cualquiera de los diámetros craneales. La hemorragia despega la duramadre
de la superficie interna del hueso y produce un hematoma que puede
aumentar de tamaño y comprimir el cerebro subyacente.
El hematoma epidural también puede deberse a conductos venosos óseos
rotos en el punto de fractura o laceración de los senos venosos mayores de la
duramadre. Como la presión venosa es baja, los hematomas epidurales venosos
sólo suelen formarse cuando una fractura deprimida del cráneo ha despegado la
duramadre del hueso y dejado un espacio en el que se puede formar un hematoma.
Clasificacion
Los hematomas epidurales pueden
clasificarse según la aparición de hipertensión endocraneana:
1. Agudo: Cuando la hipertensión
endocraneana es en las primeras 48 horas post trauma.(lo más frecuente) 2.
Subagudo: cuando los signos aparecen entre el segundo día y una semana
postrauma. 3. Crónico: Los signos son visibles después de una semana; en ocasiones
puede haber afectación del tercer y sexto par craneal dando parálisis completa
del ojo afectado.
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