miércoles, 28 de octubre de 2015

HEMATOMA SUBDURAL



El hematoma subdural agudo traumático (HSD) es una de las lesiones más letales de la cabeza con una alta cifra de mortalidad El espacio subdural es un espacio virtual situado entre la pía-aracnoides y la duramadre.
Los hematomas subdurales (HSD) suelen originarse por fuerzas de cizallamiento que causan la rotura de las venas puente corticales presentes en el espacio subdural. Pueden estar causados por laceración de arterias corticales o contusiones parenquimatosas. La localización más común es la convexidad frontoparietal, y menos frecuentemente, interhemisférica o tentorial.
Suelen ser más difusos que los hematomas epidurales, ya que el espacio subdural no ofrece prácticamente resistencia a la expansión del hematoma.
Los HSD se clasifican en función del tiempo de evolución desde el traumatismo en: agudo (primeros 2 días), subagudo (entre 3 días y 2 semanas) y crónicos (a partir de las2 semanas).
El HSD agudo aparece en un 10-30% de los TCE graves. Tiene una alta morbimortalidad (50-90%, a pesar del tratamiento quirúrgico) debido al daño cerebral concomitante, generalmente secundario a contusiones parenquimatosas o edema cerebral asociado.
Esto explica, en muchos casos, el efecto de masa desproporcionado en relación al tamaño del hematoma y que origina un deterioro neurológico de rápida evolución.
En la TC el HSD agudo aparece como una colección hiperdensa en forma de media luna con un borde lateral convexo y un borde medial cóncavo sobre la convexidad cerebral. Frecuentemente, el HSD agudo puede mostrar focos hipodensos y generar una densidad mixta (no hiperdensa) debido a la presencia de sangre no coagulada o líquido cefalorraquídeo procedente de los desgarros aracnoideos.
En estados de anemia o coagulopatía el HSD puede ser isodenso con el parénquima, al igual que en estadio subagudo.
El borramiento de los surcos corticales de la convexidad cerebral, un efecto de masa sobre el sistema ventricular o un desplazamiento de la línea media son signos que ayudan a detectar un HSD isodenso.
Los HSD crónicos suelen ser hipodensos. Se desarrolla una cápsula alrededor del hematoma formada por una membrana rica en capilares. Esta membrana es la responsable del crecimiento de la lesión, episodios de resangrado y realce tras la administración de contraste. La recidiva hemorrágica puede originar una densidad mixta con focos hipodensos, isodensos o hiperdensos en el interior del HSD crónico. También pueden presentarse niveles líquidos cuando los productos sanguíneos se depositan en la parte interior de la colección subdural (más hiperdensa). En fase crónica, se puede observar la presencia de tabicación en el interior del hematoma e incluso calcificación de la cápsula.

La señal de RM del HSD varía en función del tiempo de evolución es posible diferenciar un higroma subdural crónico de un HSD crónico debido a que el higroma presenta una intensidad de señal similar al líquido cefalorraquídeo en todas las secuencias de pulso.


HSD agudo fronto-parietal derecho(cabeza de flechas) 


Gran HSD agudo del lado derecho
HSD crónico izquierdo (puntas de flecha)

Gran HSD crónico izquierdo con gran efecto de masa



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